lunes, 7 de octubre de 2013

En la II Guerra Mundial, con todo, los bombardeos no fueron lo peor de aquellos 900 días que costaron a la actual San Petersburgo cerca de un millón de muertos, lo peor fue el hambre, que en los momentos más duros del cerco por los nazis se cobraba hasta 10.000 muertes diarias. Lena explica en su diario como se siente día a día, que hace, y que come, el comerse animales para sobrevivir... Hasta que consigue huir del país, la diferencia es que Lena huyó para sobrevivir y Ana para morir.
Elena Vladímirovna Mujina, Lena, a la que se conoce como la Ana Frank de Leningrado por las semejanzas con la historia de la joven judía holandesa, era una chica de 16 años que residía en la ciudad y nos dejó, en unas páginas que combinan la intimidad adolescente con el documento histórico, una descripción muy directa y turbadora de las vivencias de la población.


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