Tiene una longitud de unos 480 kilómetros (dirección oeste-este) y una media de 100 km de anchura (dirección norte-sur), que en algunos tramos se engrosa hasta alcanzar los 120 km y en otros puntos no supera los 65 km.
Torre Cerredo: Tiene una altura de 2650m y se encuentra en León y Asturias
Torre del Lambrión: Tiene una altura de 2642m y se encuentra en León.
Torre del Tiro Tirso: Tiene una altura de 2640m y se encuentra en León.
La cordillera Cantábrica está dominada por bosques planocaducifolios constituidos principalmente por hayas (Fagus sylvatica) situados a la umbría y robles (Quercus robur, Quercus petrea y Quercus pyrenaica) a la solana. Hay que distinguir entre carballos (Q. Robur), que prefiere suelos profundos y húmedos y no suele subir demasiado, de tal forma que se encuentran mayoritariamente en la vertiente norte; Q.Petraea, menos exigete en cuanto al suelo, y que llega a mayores altitudes, le gustan los suelos más aireados; Q.Pyrenaica, ya en lugares de clima más continental (la mayoría de las veces), y que soporta mejor la sequía; y un número indeterminado de cruces entre ellos. Algunos consideran otro tipo, el Q.Orocantábrica como especie, o como cruce de Petraea y Pyrenaica.
Esta cadena montañosa presenta una dismetría topográfica. Mientras que en su vertiente sur y desde la meseta apenas existe desnivel y está menos erosionada, en la vertiente norte la pendiente es bastante más acusada por la cercanía al mar, lo que hace que los ríos, de carácter torrencial(con un potente poder erosivo), salven la pendiente encajados en valles en forma de V de laderas pronunciadas. Por lo tanto las estructuras están más erosionadas hacia el norte que hacia el sur. Sus cumbres sobrepasan los 2.000 metros en los tramos más agrestes de Asturias, Cantabria y el Norte de León y Palencia.
El macizo Asturiano (Asturias, León y Cantabria), en el tramo occidental, compuesto por materiales paleozoicos plegados y con fosas tectónicas de orientación este a oeste;
Las montañas de Cantabria, en el tramo central, compuestas por calizas y margas mesozoicas; y al sur los páramos calizos como el Páramo de Masa y La Lora, ambos atravesados por el Valle del Rudrón.1
Los montes Vascos (País Vasco y Navarra), en el tramo oriental, compuestos por materiales muy plegados de época mesozoica, donde la erosión ha incidido significativamente.
La población de oso pardo en la Cordillera Cantábrica supera ya los 200 ejemplares, después de un 2012 "magnífico" en reproducción, ya que se constataron una treintena de "nuevas familias", una cifra que evidencia la "potencia de recuperación" de esta especie, todavía amenazada.
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