El edificio situado en el número 14 de Lungotevere Sanzio, en el corazón del barrio romano de Trastevere, alberga una escuela infantil israelí. Un coche de policía estacionado frente a la puerta custodia este lugar que hace 70 años, durante el fascismo, se convirtió en uno de los centros de la resistencia judía. La prestigiosa matemática y divulgadora Emma Castelnuovo (Roma, 1913), que recientemente ha cumplido 100 años, fue una de las profesoras que entre 1939 y 1943 impartió clases a los estudiantes que habían sido excluidos de la escuela pública en virtud de las leyes raciales que Mussolini impuso para que «la raza impura no contaminara a la raza aria».
Unas normas discriminatorias que ella sufrió en primera persona. En 1938, dos años después de licenciarse en la Universidad de Roma, fue desposeída de la plaza de profesora de secundaria que acababa de conseguir. De modo que inició su carrera enseñando en las escuelas creadas específicamente para niños judíos y, en 1944, tras la invasión alemana, impartiendo clases clandestinas.
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