Este Barça, aún un equipo de época, se niega al cruce de caminos que hacía presagiar este clásico. En Chamartín, con el gancho de Messi, los azulgrana no claudicaron en un partido enorme, un encuentro de museo, de esos que con el tiempo no importará rebobinar una y otra vez. Faltó el mejor CR, pero fue un duelo a la altura de un Messi majestuoso y de un Iniesta sublime. Con ellos al frente armó el taco el Barcelona, que llegó a Madrid con ciertas sospechas sobre su marchitar. Pero se despertó la bestia, se sublevó Messi y con todo el aroma de Iniesta, los culés maquillaron su disfunción defensiva y dejaron de piedra a un adversario que llegaba como un cohete, vitalista y con el mazo a punto.
La estelar actuación de Leo Messi, protagonista en los cuatro goles del Barça –de los que firmó tres- decidió un clásico que el Barça necesitó remontar dos veces y el Madrid una. Un monumento al fútbol en el que La Pulga demostró que más está hecho que nadie para las grandes citas, que deja la Liga en un pañuelo. De momento, el Atleti líder, con el Madrid igualado y el Barça a sólo un punto de los dos equipos madrileños. Nueve jornadas de infarto decidirán la Liga 13-14.
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